Slussen se encuentra, en el centro de Estocolmo, y debe su nombre a la esclusa que controla el paso del agua entre el lago Malaren y el Mar Báltico. Como los dos espacios de agua se encuentran en distintos niveles, el tratamiento del suelo para efectos de los usuarios es complejo y poco adecuado al tránsito peatonal, bicicletas, e incluso a los autos. Aqui convergen varias infraestructuras automóviles, autobuses, tren y metro, todas a distintas alturas, lo que entrega una complejidad vial difícil de superar.
Ante esta problemática, la oficina de arquitectura BIG propuso el proyecto SLU-Slussen, que convierte el lugar en un área urbana de recreo y seguridad en los traspasos de circulación en sus distintos niveles, poniendo en relevancia el rol del peatón y el ciclista.
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