La ciudad de México es una metrópoli en donde las zonas están mezcladas, el comercio y la vida diaria convergen a menudo para crear espacios de interacción e interconexión.
Desafortunadamente, estas zonas se están empujando a la periferia y el desarrollo moderno esta formando los limites de la ciudad; verdaderamente estas zonas logran que la gente se desconecte del caos urbano.
Hay un enorme potencial de beneficio, pero el avance del capitalismo y la separación de estos espacios crea una amenaza en el potencial cultural y sostenible de la ciudad; nuestra vida diaria, nuestro tiempo y energía siguen transitando mientras que el espacio verde es devorado por el acero y el hormigón.
De acuerdo con estas necesidades se propone la creación de un módulo, altamente estructural y altamente flexible que se desarrolle de forma horizontal y vertical.
Localizado en la zona de Coyoacan, el propósito del proyecto es restablecer la calcificación de la modernidad.
El módulo crea no sólo los espacios para vivir y trabajar sino también espacios para cultivar, para lograr la recuperación del agua, y la recolección de energía solar. Los módulos se desarrollan verticalmente para crear un rascacielos, y también se separan horizontalmente para crear pabellones comerciales en el nivel de calle.
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