Algunos esquemas para sintetizar las características generales del urbanismo y la arquitectura barroca, así como las principales obras de los dos grandes arquitectos barrocos italianos del s. XVII, Bernini y Borromini.
LA ARQUITECTURA BARROCA: CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Las nuevas formas arquitectónicas no surgen de la nada, sino que son consecuencia natural de la evolución estilística señalada ya por el Manierismo. De nuevo será Italia el foco creador, y el Papado, y el ideario contrarreformista, los que impulsen la nueva estética arquitectónica, que basará su fuerza expresiva en la monumentalidad, la complicación y el dinamismo de las construcciones.
El punto de partida, como en el resto de las artes, serán la ruptura del equilibrio clásico que se manifestará a través de:
· Los materiales
· Los elementos constructivos
· Los recursos decorativos
· Las tipologías arquitectónicas
LOS MATERIALES
El más utilizado será la piedra sillar.
· En determinados edificios, y en especial en los interiores, se empleará el mármol de colores para subrayar la suntuosidad y el lujo, tan querida por la teatralidad barroca. En ocasiones se emplea el bronce para ciertos elementos, cuando se pretende destacar su carácter decorativo (columnas, etc.). Es frecuente, por otra parte, la utilización de diferentes materiales (y diferentes texturas, por tanto) en una misma obra.
LOS ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS·
El léxico formal sigue siendo clásico, pero su utilización se realiza desde planteamientos muy distintos, por lo que el lenguaje resultante será completamente diferente.
· Se emplean los órdenes de columnas y sus entablamentos, aunque se prefieren las proporciones gigantes. Las columnas pierden sus proporciones clásicas y se hacen monumentales o enanas, según convenga al efecto del conjunto.
· Los soportes, exentos o adosados se emplean mucho pero en general con fines decorativos. Se usan los atlantes, cariátides y ménsulas y aparecen dos soportes nuevos típicamente barrocos: la columna salomónica (de fuste retorcido en elipse) y el "estípite" (soporte vertical formado por una sucesión de formas piramidales truncadas e invertidas).
· Las fachadas se curvan como consecuencia de la introducción de entablamentos curvos. Inspiradas en el modelo de “Il Gesú” de Vignola, tienen dos cuerpos, y se van haciendo más movidas y ricas en claroscuro. Se llenan de esculturas, las columnas se desprenden del muro y el efecto general es de mayor riqueza y movimiento. Se empiezan a dibujar fachadas cóncavas o convexas, que se relacionan estrechamente con el espacio urbano en que se insertan y que se edifican teniendo en cuenta el ángulo bajo el cual van a ser vistas., buscando efectos de perspectivas fugadas y de ejes diagonales. Esto supone que los muros se hacen flexibles: se mueven, con entrantes y salientes, se ondulan. Las cornisas, muy salientes, también reflejan esta concepción dinámica de la fachada. Se trata, casi, de una concepción orgánica del edificio.
El léxico formal sigue siendo clásico, pero su utilización se realiza desde planteamientos muy distintos, por lo que el lenguaje resultante será completamente diferente.
· Se emplean los órdenes de columnas y sus entablamentos, aunque se prefieren las proporciones gigantes. Las columnas pierden sus proporciones clásicas y se hacen monumentales o enanas, según convenga al efecto del conjunto.
· Los soportes, exentos o adosados se emplean mucho pero en general con fines decorativos. Se usan los atlantes, cariátides y ménsulas y aparecen dos soportes nuevos típicamente barrocos: la columna salomónica (de fuste retorcido en elipse) y el "estípite" (soporte vertical formado por una sucesión de formas piramidales truncadas e invertidas).
· Las fachadas se curvan como consecuencia de la introducción de entablamentos curvos. Inspiradas en el modelo de “Il Gesú” de Vignola, tienen dos cuerpos, y se van haciendo más movidas y ricas en claroscuro. Se llenan de esculturas, las columnas se desprenden del muro y el efecto general es de mayor riqueza y movimiento. Se empiezan a dibujar fachadas cóncavas o convexas, que se relacionan estrechamente con el espacio urbano en que se insertan y que se edifican teniendo en cuenta el ángulo bajo el cual van a ser vistas., buscando efectos de perspectivas fugadas y de ejes diagonales. Esto supone que los muros se hacen flexibles: se mueven, con entrantes y salientes, se ondulan. Las cornisas, muy salientes, también reflejan esta concepción dinámica de la fachada. Se trata, casi, de una concepción orgánica del edificio.
· El arco utilizado es el de medio punto, aunque el repertorio es muy variados: medio punto, elípticos, mixtilíneos, ovales ,...se busca el dinamismo.
· Los sistemas de cubierta son muy variados. Las bóvedas, de cañón, arista, lunetos y hemiesféricas sobre pechinas, son las más características. Frente a estos elementos, ya utilizados en el Renacimiento, se ensayan nuevas bóvedas ovales o estrelladas, multiplicándose las cúpulas exteriores. La cúpula sobresale en el exterior, pero interiormente será absorbida, como superficie semiesférica pura, por un torbellino de figuras, pinturas, molduras o fingidos cielos (véase el caso de la cúpula de la basílica de Santa María de Elche). Son grandes rompimientos de gloria en los que aquéllas simulan desaparecer, dejando ver un mundo celestial.
Todos estos elementos se emplean con gran libertad, pues lo que se valora es la invención y la originalidad en la plasmación de formas nuevas que impresionen al espectador. En ocasiones, la artificiosidad en los procedimientos va en detrimento de la solidez o funcionalidad del edificio. Lo que importa es el efecto global, al que se subordinarán las formas escultóricas, pictóricas y decorativas que embellecen la arquitectura; de este modo, el edificio se constituye en un todo orgánico.
LOS RECURSOS DECORATIVOS
Incluyen diseños basados en la línea curva, en consonancia con el mayor dinamismo buscado, como frontones curvos y partidos, vanos ovalados y motivos vegetales, cueros y cortinajes que sugieren un mundo irracional y caprichoso. Se emplea, con frecuencia, el trampantojo (trampa para el ojo); un recurso que, a través de la pintura, simula un espacio arquitectónico que se abre sobre el muro.
Los soportes pasan a tener, muy a menudo, un carácter decorativo, desprovistos de toda función tectónica.
TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS
Los edificios son religiosos o civiles con un sentido simbólico-propagandístico y con una gran variedad de plantas. Los edificios típicos siguen siendo la iglesia y el palacio en sus distintas variaciones. En las iglesias la tradicional planta rectangular da paso a plantas elípticas, circulares y mixtas. Se da un claro predominio de la “Planta jesuítica” (modelo de iglesia de Il Gesú, de Vignola, en Roma). El espacio interior también se concibe como una forma fluyente, estando dominado por las superficies curvas. La decoración va haciéndose cada vez más rica y colorista, potenciando el efecto escenográfico y teatral de la arquitectura barroca.
· Los sistemas de cubierta son muy variados. Las bóvedas, de cañón, arista, lunetos y hemiesféricas sobre pechinas, son las más características. Frente a estos elementos, ya utilizados en el Renacimiento, se ensayan nuevas bóvedas ovales o estrelladas, multiplicándose las cúpulas exteriores. La cúpula sobresale en el exterior, pero interiormente será absorbida, como superficie semiesférica pura, por un torbellino de figuras, pinturas, molduras o fingidos cielos (véase el caso de la cúpula de la basílica de Santa María de Elche). Son grandes rompimientos de gloria en los que aquéllas simulan desaparecer, dejando ver un mundo celestial.
Todos estos elementos se emplean con gran libertad, pues lo que se valora es la invención y la originalidad en la plasmación de formas nuevas que impresionen al espectador. En ocasiones, la artificiosidad en los procedimientos va en detrimento de la solidez o funcionalidad del edificio. Lo que importa es el efecto global, al que se subordinarán las formas escultóricas, pictóricas y decorativas que embellecen la arquitectura; de este modo, el edificio se constituye en un todo orgánico.
LOS RECURSOS DECORATIVOS
Incluyen diseños basados en la línea curva, en consonancia con el mayor dinamismo buscado, como frontones curvos y partidos, vanos ovalados y motivos vegetales, cueros y cortinajes que sugieren un mundo irracional y caprichoso. Se emplea, con frecuencia, el trampantojo (trampa para el ojo); un recurso que, a través de la pintura, simula un espacio arquitectónico que se abre sobre el muro.
Los soportes pasan a tener, muy a menudo, un carácter decorativo, desprovistos de toda función tectónica.
TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS
Los edificios son religiosos o civiles con un sentido simbólico-propagandístico y con una gran variedad de plantas. Los edificios típicos siguen siendo la iglesia y el palacio en sus distintas variaciones. En las iglesias la tradicional planta rectangular da paso a plantas elípticas, circulares y mixtas. Se da un claro predominio de la “Planta jesuítica” (modelo de iglesia de Il Gesú, de Vignola, en Roma). El espacio interior también se concibe como una forma fluyente, estando dominado por las superficies curvas. La decoración va haciéndose cada vez más rica y colorista, potenciando el efecto escenográfico y teatral de la arquitectura barroca.
Como conclusión :
• Se descartan los esquemas simples del Renacimiento sustituyéndolo por planteamientos más complejos.
• Se introduce en la arquitectura la idea del movimiento.
• La luz adquiere un nuevo papel en la percepción total del edificio
• Los tradicionales elementos y formas arquitectónicas ( arcos, columnas, frontones, cornisas...) se enriquecen y complican.
• Se destaca un claro interés por el urbanismo. En este merece destacar las plazas, el papel que adquieren las fuentes, los jardines,... así como el hecho de que los arquitectos barrocos fueron los primeros en plantearse el ordenamiento de las ciudades no soló de un modo teórico, como en el Renacimiento, sino también operativo.
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